"Analfabeto no es quien no sabe leer, es aquella persona que sabiendo leer no lo hace"

domingo, 23 de marzo de 2014

Medardo Ángel Silva (generación de los decapitados)

Medardo Ángel Silva nació en Guayaquil el 8 de junio de 1898, y murió el 10 de junio de 1919 en la misma ciudad. Escritor, poeta, músico y compositor ecuatoriano, es considerado el mayor representante del modernismo en la poesía ecuatoriana.

Desde muy joven se destacó por sus composiciones literarias, pese a que su obra se hizo realmente conocida después de su muerte. Además, sabía interpretar obras musicales, gracias a la amistad que tenía con los padres agustinos en cuyo convento practicaba el piano.
Su poesía era hasta cierto punto romántica. Aun así, tenía las características de un modernismo que había llegado tardíamente al Ecuador y que estaba a punto de expirar en Europa, gracias a la influencia de la revolución rusa y el advenimiento del marxismo. Después de su muerte sus poemas se publicaron en Francia en 1926.
De la misma forma, se sabe muy poco acerca de la supuesta amistad que mantuvo con otros jóvenes que tenían sus mismas aspiraciones estéticas, los poetas quiteños Ernesto Noboa y Caamaño, Arturo Borja y Humberto Fierro, quienes pertenecían a la alta aristocracia capitalina. A no ser de unas pocas cartas en donde se hablan de sus gustos literarios, no hay documentos ni testimonios que aseguren que estos poetas lo hayan conocido físicamente, peor aún que hayan sido sus amigos.
Medardo Ángel Silva fue un joven de la clase baja de Guayaquil, que logró cierto reconocimiento por su trabajo como periodista desde los 17 años (aproximadamente, cuando abandonó sus estudios en el colegio Vicente Rocafuerte) hasta su muerte, a los 21. Trabajó en imprentas pequeñas y luego colaboró en varios semanarios y revistas. Posteriormente, llegó a trabajar en el diario El Telégrafo, en la página de literatura, donde pudo publicar varios poemas y relatos cortos.
Silva no se graduó de bachiller, pero su condición de autodidacta lo llevó ser maestro escolar e incluso a leer en francés, así se le facilitó el contacto con la poesía de los simbolistas franceses (Paul Verlaine, Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire), quienes llegaron a ser sus más grandes referentes. Sus influencias, además, fueron el modernismo de Rubén Darío y el misticismo de Amado Nervo.
A mediados de la década de 1950, cuando se hace una reseña del acontecer literario del Ecuador de principios del siglo XX, se encuentran similitudes en los escenarios poéticos de Silva y de los otros tres jóvenes de Quito, a quienes los separaba la distancia y la clase social a la que pertenecían. Así, a estos cuatro poetas se les denominó como la generación decapitada, porque la mayoría murieron jóvenes, con una intensa carrera literaria para sus pocos años de existencia.
La muerte de Medardo Ángel Silva sigue siendo un misterio sin esclarecer: a los 21 años el joven poeta murió de un tiro en su cabeza. Posteriores análisis ponen en duda el suicidio, ya que la bala entró por detrás de la oreja. Sin embargo, nunca se investigó más allá y fue enterrado sin los ritos fúnebres católicos, por lo que se asume su muerte como un suicidio y eso ha llevado a la construcción de un imaginario popular acerca de sus últimas horas, en él se habla desde que habría estado jugando con el arma, y que su muerte fue un accidente, hasta que por una decepción amorosa habría tomado esa trágica decisión.

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